Alexander, el joven de 23 años víctima de la brutal agresión grupal en Amorebieta producida el pasado domingo, sigue en coma en el hospital de Cruces (Vizcaya), en estado crítico y conectado a un aparato que lo mantiene con vida, aunque su padre ha manifestado que ya es consciente del terrible hecho de que si no mejora durante esta semana lo tendrán que desconectar.
A consecuencia del multitudinario ataque perpetrado por una veintena de personas, que rodearon al joven y, abusando de su superioridad numérica, comenzaron a golpearlo con palos, palos y botellas al grito de “Matadle, matadle…”, la víctima tiene una grave lesión craneoencefálica. No es la primera vez que actúan, y pese a que son conocidos desde hace al menos tres años por las autoridades, no ha sido hasta ahora cuando los han detenido, y no a todos.
Las agresiones en manada siguen en aumento.
En la madrugada del domingo, un grupo de personas le dieron una paliza a un joven en un parque de Amorebieta.
El joven permanece ingresado en el hospital de Cruces.
La #Ertzaintza investiga los hechos junto con la Policía de Amorebieta pic.twitter.com/Urv0Md5fCG— 𝐂ó𝐝𝐢𝐠𝐨 𝐏𝐨𝐥𝐢𝐜𝐢𝐚𝐥 (@PolicialCodigo) July 27, 2021
La Ertzaintza ya conoce a esta pandilla violenta, los Hermanos Koala, la cual cuenta con varios extutelados, desde hace al menos tres años. Viven y se reúnen de forma habitual en diferentes municipios de Vizcaya con la declarada intención de generar peleas y atemorizar al resto de jóvenes, según informa el El Correo Vasco.
Suelen seguir siempre el mismo patrón: Atacan de noche, rodean a su víctima con superioridad numérica (uno contra diez o contra veinte, como en el caso de Alexander) y los agreden a patadas, golpes, con palos botellas o piedras, dejando finalmente a su víctima malherida y robándole sus pertenencias.
Otra de sus características es que no se esconden. Son ellos mismos graban sus palizas, sin ocultar sus caras, y las comparten en redes sociales, donde se enorgullecen y alardean de su propia violencia empleada.
Hasta el momento se han detenido a ocho personas por la agresión, de un rango de edades entre los 15 a los 38 años, aunque en el momento del cobarde ataque a Alexander, el grupo estaba compuesto de al menos veinte.