
Hay quien opina que no existe una pregunta tonta… pero a veces hay que replantearse incluso ese axioma. Porque a veces los maestros se encuentran con alumnos de los que cuesta creer las preguntas que hacen. O sus respuestas.
Atento a esta colección de anécdotas de alumnos tan insensatos, que son puro oro.
Y tú, ¿qué anécdota graciosa recuerdas de tus años de estudiante?
